¿Amenaza la globalización a la figura del traductor humano?

Es ya un hecho que cada vez vivimos en una sociedad más globalizada. Esto ocurre debido a que, por una parte se están produciendo movimientos constantes de población a través de unas fronteras que cada día se hacen más porosas, por otra debido a la apertura de mercados que favorecen el comercio internacional y la última y más evidente de la razones, la aparición de internet. Es cierto que en la antigüedad ya existía una cierta globalización, pensemos en la ruta de la seda o en las masivas migraciones a América, pero lo que diferencia ese inicio de globalización del proceso que vivimos en la actualidad es la magnitud imparable que ha alcanzado en el tiempo en que vivimos, tanto en la rapidez con la que se produce como en el porcentaje población que acepta ya este fenómeno como algo inherente a la sociedad en la que vivimos.

Pero a pesar de que cada día las fronteras entre culturas se difuminan más y más, el mundo no parece evolucionar hacia un modelo a un modelo monolingüe en el que un idioma pasa a ser el idioma dominante, como podría esperarse del inglés por ejemplo, sino que tendemos a mantener un modelo multilingüe en el que multiples idiomas conviven simultáneamente a todos los niveles. Este modelo multicultural fue oficialmente reconocido por la Unesco con la ''Convención sobre la protección y la promoción de la diversidad de las expresiones culturales'' en el 2005.

Este hecho hace que cada vez más, y gracias en gran medida al proceso de globalización, el hecho de conocer varios idiomas se convierta en algo cada vez más necesario para sobrevivir en un mundo globalizado y, en caso contrario, depender en cierto modo del trabajo de traductores e intérpretes. Los sistemas automáticos de traducción que se han visto propiciados por los grandes avances sufridos en las tecnologías también juegan un papel decisivo pero sin llegar a poder sustituir la figura del traductor humano en ningún caso. Y es que las traducciones automáticas no presentan la calidad suficiente para comercializar un producto en un determinado país (como se podemos comprobar en muchos folletos de instrucciones de productos importados), o nunca llegarán a tener una validez oficial que permita la aceptación de documentos que necesiten ser traducidos para organismos administrativos (embajadas, juzgados, administración, entidades educativas...).

A los traductores humanos se nos abren ahora, tres grandes frentes en los que cobramos una importancia fundamental de cara a la tendencia de globalización que estamos viviendo:

Traducciones juradas: Estas traducciones presentan el sello oficial de un traductor jurado con validez ante los organismos públicos. Debido a la adquisición de empresas extranjeras, búsqueda de trabajo en otros países o compra de propiedades en zonas turísticas por parte de extranjeros los traductores jurados están cada vez más solicitados.

Traducción y localización: 

La idea de que la traducción es un proceso en el que únicamente se traducen palabras es algo totalmente incierto, cosa que todas nosotras ya hemos tenido la oportunidad de comprobar a estas alturas de nuestra formación universitaria. En realidad, las traducciones van acompañadas por una serie de profundas transformaciones del contexto que engloba la propia traducción traducción en sí, como son la cultura o ámbitos al que una traducción en concreto va destinada. Esto es algo que se hace más patente aún en el campo de la traducción que tratamos en esta asignatura, la traducción en el entorno digital. Por ejemplo en la traducción de un videojuego o una web, los contenidos no pueden ser los mismos cuando van destinados a un público español que a un público sudamericano aún hablando la misma lengua, así que háganse una idea cuando las traducciones se hacen entre dos idiomas que pertenecen a culturas completamente dispares. Es aquí cuando se hace imprescindible el trabajo de un profesional cualificado que se capaz de salvar de manera profesional todas estas barreras culturales para que el proceso de globalización se pueda realizar con la mayor garantía posible.


Interpretaciones: A pesar de que, en general, en todo el mundo el inglés tiende a ser el idioma más ampliamente utilizado, en otros ámbitos se busca justamente lo contrario y en muchos casos se producen encuentros de grupos de empresarios o personas sin una lengua común y cuya voluntad es expresarse en su lengua nativa. Aquí entra en juego la labor de un intérprete que se encarga no sólo de traducir, sino también de comunicar y mediar culturalmente entre los participantes.

En definitiva, podemos concluir que la globalización es una tendencia que, en vez de amenazar la figura del traductor humano, resalta la importancia de los traductores humanos que se convierten en figuras fundamentales en el proceso de globalización y que son completamente indispensables en la gran mayoría de los casos en los que los sistemas de traducción automática terminan resultando inservibles.


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